Referencia bibliográfica
ROMERO PEÑA, Aleix (2014): «Balance de la política antiterrorista durante los siete años de gobierno de Rodríguez Zapatero», en NAVAJAS, Carlos e ITURRIAGA, Diego: España en democracia. Actas del IV Congreso de Historia de Nuestro Tiempo. Logroño: Universidad de La Rioja, pp. 331-340.
Resumen
En la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero ETA realizó un anuncio fundamental: el 20 de octubre de 2011 informó en una declaración pública que abandonaba la lucha armada. Del sentido positivo que encerraba aquel mensaje da buena muestra que tanto el Gobierno –y por ende el PSOE–, como el PP, hasta entonces enfrentados en materia antiterrorista, confirieran a la noticia un rango positivo, coincidiendo en señalar que se trataba de una victoria del Estado de Derecho “sin condiciones”. Los mandos policiales incluyeron por su parte nuevos matices explicativos, pues afirmando que se trataba de una “rendición incondicional” y la “derrota definitiva” de ETA, acentuando el papel desempeñado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en esta labor. Pero en su comunicado ETA no hablaba de ninguna rendición, sino que emplazaba a un “nuevo tiempo político” y una “oportunidad histórica para una solución justa y democrática al secular conflicto político” en Euskal Herria –es decir, Euskadi y Navarra–. De hecho, su pretensión era la de tener alguna influencia en las elecciones nacionales del 20 de noviembre de aquel mismo años, como tradicionalmente había hecho con acciones violentas (F. Llera, 2006, p. 82). Pero además, ETA se reservaba para sí misma la posibilidad de entregar las armas o disolverse: podía estar derrotada, pero no acabada. Por otra parte, los balances anteriores minusvaloraban o directamente rechazaban de manera consciente cualquier valor al proceso de reflexión autónoma que había acometido la izquierda abertzale tras el fracaso de las negociaciones entre ETA y el Ejecutivo que habían tenido lugar durante la primera legislatura de Zapatero. Los magníficos resultados obtenidos por la coalición soberanista EH Bildu en las elecciones autonómicas de mayo de aquel año –obtuvo 313.000 votos en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra– dan buena cuenta del impacto que tuvo este proceso entre las bases, desatando una euforia que después se vería matizada.
Autor
Aleix Romero Peña. Página del autor en Dialnet.
Tipo de documento
Capítulo de libro
